Una alfombra como cabecero
El ingenio es fundamental cuando los metros escasean, para encontrar soluciones que nos permitan poner todo aquello que necesitamos, sin renunciar a la estética.
Pero hay otras ocasiones en las que el ingenio actúa de forma independiente a todo lo demás, solo buscando la creación de espacios únicos y personales.
La solución que hoy os mostramos es una idea muy ingeniosa pero que también puede servir como alternativa al cabecero tal y como lo entendemos tradicionalmente, en casos en los que los centímetros de la habitación escasean.
Una alfombra colocada a modo de cabecero que nos permite dar nuestro toque personal a la habitación, reducir el grosor que generalmente ocupa el cabecero y por tanto ganar centímetros, y además dar una nueva utilidad a un complemento de decoración.
Pero hay otras ocasiones en las que el ingenio actúa de forma independiente a todo lo demás, solo buscando la creación de espacios únicos y personales.
La solución que hoy os mostramos es una idea muy ingeniosa pero que también puede servir como alternativa al cabecero tal y como lo entendemos tradicionalmente, en casos en los que los centímetros de la habitación escasean.
Una alfombra colocada a modo de cabecero que nos permite dar nuestro toque personal a la habitación, reducir el grosor que generalmente ocupa el cabecero y por tanto ganar centímetros, y además dar una nueva utilidad a un complemento de decoración.
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